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sábado, 7 de mayo de 2011

El Plátano

En el Perú, y en la selva en particular, existen muchas variedades de plátanos (musa cavendishii, musa paradisiaca) que se consumen en la dieta diaria, ya  en forma de fruta, sancochado, asado, frito, en sopas y mazamorras.

El Plátano es muy rico en carbohidratos y potasio, aporta el cien por ciento de calorías, el  potasio  ayuda a regular el agua en el organismo y contrarresta los efectos nocivos del sodio, ayudando de esta manera a prevenir las posibles enfermedades que deriven de la retención de líquidos. Ver aquí el cuadro completo del valor nutritivo.


Las variedades más conocidas de plátanos de fruta son: El seda, es una variedad  muy deliciosa, sobre todo cuando es consumida madurada al natural en la planta, madurada artificial mente, cambia su sabor, pero mantiene su valor nutritivo. El plátano isla o isleño es muy delicioso como fruta y en la preparación de jugos (jugo especial); esta variedad es  muy recomendada por los nutricionistas para iniciar a la alimentación sólida a los bebes en el primer año de vida, como como complemento a la leche materna. El palillo, llamado así por el color de la cáscara, es también muy usado en jugos.  El "manzano", en cambio es recomendable comerlo muy maduro para apreciar su calidad nutritiva. El "mataserrano"cuyo sobrenombre deriva por ser el causante del malestar , por glotones, de algunas personas de origen andino. El moquisho o guineo, pequeño y sabroso no se queda a la saga como fruta o también sancochado tanto maduro o verde; para saborearlo se lo debe sancochar con todo y cáscara.

Las variedades que se consumen verde ya sea sancochadas, fritas, asadas o en otras formas son: El bellaco, que es el más conocido y apreciado para preparar el famoso tacacho con cecina. El mameluco, cuyos frutos asemejan los cuernos de un toro. El plátano "negro"llamado así por el color de su tallo.

Del plátano son también aprovechables los tallos, las hojas, las flores y la resina. Los tallos cortados a medida, son un buen sustituto del palo de balsa, para elaborar una cómoda balsa para navegar los ríos de la selva. La hojas se utilizan para envolver los juanes y los tamales. Después de la floración, queda un cono cubierto en el extremo inferior del racimo, aquí todavía están parte de las tiernas flores, que sancochadas y condimentadas, son un delicioso alimento. Los curanderos utilizan la resina acumulada, en una fosa previamente excavada en el tronco del tallo, para curar enfermedades respiratorias, en especial la tuberculosis.

Los que tengan interés en mayor información, la pueden encontrar aquí

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