martes, 14 de abril de 2009
La Bella Durmiente
La “Bella Durmiente”, asemeja el perfil en posición cúbito dorsal de una mujer, en el horizonte de la ciudad de Tingo María. Parece cubierta con una inmensa manta verde, que esconde su bella figura. La leyenda, la identifica con la princesa Nunash, que se quedó dormida esperando el regreso de su amado Cuynac.
La historia que ha sido transmitida de generación en generación, relata que Cuynac se internó en la selva de los Huánucos, donde encontró a la princesa Nunash, de quien se enamoró perdídamente; amor al que ella correspondió.
El joven guerrero le erigió un palacio en un lugar cercano a lo que hoy es la ciudad de Pachas y a tal edificación, la llamó Cuynash, para lo cual unió sílabas de su propio nombre y del de su amada.
Luego de vivir un tiempo felices, fueron atacados por Amaru, el padre de la princesa, quien valiéndose de su poderes y hechizos, se había convertido en una monstruosa culebra.
Cuynac, quien igualmente poseía tales poderes, se transformó en piedra y convirtió a Nunash en mariposa. Ella, voló hacia la selva y retornó con refuerzos para combatir al padre; al que luego de tensos combates lograron vencer. Luego del triunfo, Cuynac quiso recuperar su forma humana sin lograrlo. La princesa recuperó su forma humana, y buscó envano a su amado. Cansada, luego de larga búqueda se sentó sin saberlo, cerca de Cuynac, convertido en piedra, sobre la que se quedó dormida.
Entre sueños, la princesa escuchó a su amado que le susurraba: "Amada no me busques, mi voluntad fue pedir a los dioses que me convirtieran en piedra y mi pedido fue complacido y ahora soy sólo eso; una piedra, destinada a permanecer en este estado por el resto de mi vida. Si tú en realidad me has querido y me sigues queriendo todavía, deseo que permanezcas así dormida a mi lado toda la vida sobre este cerro y la luna refleje tu hermosura por las noches de la eternidad."
Aceptando aun en sueños, el pedido de su joven amante; ella quedó igualmente convertida en piedra y permanece a su lado. Esta dormida en decúbito supino contemplando el estrellado firmamento
Fuente:http://www.boletindenewyork.com/belladurmiente.htm
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario